Sujetos de palabra

domingo, 29 de septiembre de 2019

Aburrido? Probó con el ocio?

             El Aburrimiento es algo negativo?

                                   En qué consiste y por qué se produce?

Conceptos de Monotonía. Rutina. Ocio. Diversión.

                 El término "aburrimiento" proviene del latín "aburriere" (tener aversión a algo), compuesto por el prefijo ab-=(sin) y el verbo horrere= (erizarse, estremecerse). Horrere dió origen a palabras como horror y horrible. En un principio los términos aburrir y aborrecer compartieron el mismo significado: tener aversión a algo; después del siglo XVI se produjo la distinción como hoy la conocemos.
                          El  ser aburrido se define como algo tedioso, cansado o fastidiado, cuya causa es originalmente por molestia o como un estado de ánimo (desánimo) de no contar con algo que distraiga,  estimule o divierta.  El aburrimiento deriva de la falta de cosas interesantes para ver, escuchar o hacer (física o intelectualmente) cuando se está en el estado de ánimo de "hacer nada", por ende de absoluta inacción positiva o creatividad. Suele pensarse que tener mucho tiempo libre causa aburrimiento. De hecho, el tiempo parece transcurrir más lento cuando alguien sufre de aburrimiento. 
                                         
                     
                       Hay estudios que demuestran que una persona aburrida, puede verse incitada a cometer excesos o actos de tipo impulsivos y que dañan severamente su calidad de vida y bienestar. Por ejemplo los adultos jugadores compulsivos, los adolescentes y el abuso de sustancias o drogas, la depresión extrema y los actos suicidas en su expresión más patológica. Esto fue comprobado especialmente en países más desarrollados y con mejor vida socioeconómica, donde justamente esa falta de carencia, genera ausencia de estímulos positivos o incentivo para progresar, ya que todo se tiene en apariencia y eso mismo actúa como un disparador, de estados depresivos, desánimo y ausencia de deseo.
                              

                                          Muchos filósofos han escrito sobre el aburrimiento. Schopenhauer y Nietzsche lo abordaron con incontrastable apatía. El primero calculó que apenas el dolor y la miseria le conceden una tregua al hombre, el aburrimiento se cierra sobre él como una criatura tentacular.                                             Kierkegaard, menos proclive a asumir el estado anímico de aquello que estudiaba, razonó que el aburrimiento es el único motivo por el cual existe el universo. No se trata aquí de un aburrimiento estático, sino sucesivo. 
             Por otro lado, Pascal sostuvo la teoría de que el aburrimiento es el gran enemigo de la humanidad, pues lo enfrenta con su destino: la muerte. Acto seguido alaba los beneficios de la diversión. Sin ella, sostiene que el hombre cae fácilmente en el aburrimiento, mientras que a través de la diversión uno puede llegar a la muerte inadvertidamente. Heidegger opinó que el aburrimiento es una fracción de la nada, un jirón de la nulidad absoluta; y que el hombre en realidad se aburre de ser él mismo.
                       
                         "Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia".                                                                                                            Clifton Paul Fadiman
                                            No obstante estas especulaciones lógicas, el aburrimiento es anterior al hastío de los filósofos. Todas las lenguas antiguas tenían una palabra para definirlo. De ahí que podemos pensar que Sartre nos jugó una mala pasada al sentenciar que el aburrimiento es propio del hombre culto y estéticamente insatisfecho. Para algunos estudiosos apáticos esto tiene que ver con la idea del aburrimiento como una desnudez de sentido, del hombre que nada teme pues nada tiene para perder. El miedo, en tal caso, sería el antídoto perfecto para el aburrimiento. Quizás por eso sus síntomas son rigurosamente desconocidos en tiempos de guerra.                             


                                   Realmente el aburrimiento es un tópico bastante reciente en la investigación psicológica. Los primeros estudios estuvieron encaminados a analizar los efectos de las tareas tediosas en el desempeño de los trabajadores en las fábricas. Así, ya en el 1926 se publicaba el primer artículo en la British Medical Journal donde se afirmaba que el aburrimiento está relacionado con la fatiga mental y es una consecuencia de la repetición y la falta de interés en las actividades de carácter repetitivo. No obstante, a pesar de que esta primera aproximación al aburrimiento aún era muy ingenua, este psicólogo notó que existían diferencias personales, ya que habían trabajadores que no “eran susceptibles al aburrimiento”.
Más tarde, en la década del ’30; el aburrimiento comenzó a estudiarse a nivel de laboratorio, llegándose a la conclusión de que el mismo era un estado parecido al de la somnolencia; sugiriéndose que el mismo era una mezcla de una activación baja y una falta de motivación. Posteriormente, en la década del ’50 aparece una comprensión psicoanalítica del aburrimiento donde se afirmaba que el mismo era el resultado de una represión que hace que la persona se quede sin deseos, objetivos y con una falta de voluntad aparente.

                            Safo aburrida-Cristina Alejos
                     
                      Sin embargo, no es hasta la década de los ’80, de la mano de Norman D. Sundberg, que comienza a desarrollarse en la Psicología una visión verdaderamente comprensiva y global del fenómeno del aburrimiento. Entonces se descubrió que habían personas que mostraban una tendencia al aburrimiento y éstas también presentaban una mayor probabilidad de desarrollar ansiedad, depresión, ira, conductas agresivas y adictivas y a desempeñarse peor en las situaciones de interacción social.
                                   
                       
               Actualmente se sabe que las personas extrovertidas tienen una mayor propensión al aburrimiento ya que éstas están a la búsqueda continua de nuevos estímulos que provengan del medio. Al contrario, las personas creativas, que poseen intereses diversos, tienden a aburrirse menos porque siempre se motivan a sí mismas a hallar un nuevo estímulo.
                    Un estudio interesante sobre el aburrimiento desarrollado por Mary B. Harris en el año 2000 demostró que las personas que se concentran más en sus estados emocionales también suelen aburrirse más. Según esta investigadora, esto sucede porque cuando estamos demasiado pendientes de cómo nos sentimos, nuestra atención se desvirtúa de las tareas y éstas se nos hacen más monótonas y faltas de interés.


                                           
                      Sin embargo, más allá de las diferencias individuales y de la propensión mayor o menor que algunos podamos tener al aburrimiento, existen otros especialistas que afirman que la culpa realmente es del cerebro y una cuestión meramente química y con explicación objetiva y lógica, cuestión que para nuestro gusto, robotiza al ser humano y quita toda subjetividad y riqueza interior del mismo.
                          Los chicos suelen aburrirse cuando dejan de jugar o se desalientan enseguida por su misma labilidad emocional, pero en los adultos el aburrimiento ya debería ir cediendo y se debería  poder lograr interesarse con más constancia y estabilidad en las situaciones diversas, objetos y personas.
                            Un aburrimiento normal podemos tener todos en el sentido de que decaiga nuestro entusiasmo por algo, haya un desinterés o un cansancio natural. Sin embargo hay que diferenciar esto del aburrimiento patológico y constante donde la persona ante todo se desanima y abandona o pierde toda conexión con el exterior sin hallar nada que lo anime o motive para vivir cotidianamente.
            Cuando pasa esto como costumbre y se instala ese desgano ya podría aludir a una manera de posicionarse de frente a las cosas y esto puede obedecer a muchas causas, como pueden ser la inmadurez si es un adolescente, la falta de compromiso y el esquivar la responsabilidad de los hechos, una depresión encubierta o una labilidad o inestabilidad afectiva donde los cambios de humor no dejan a alguien mantener la constancia en sus actividades y relaciones afectivas. Si el caso es este último ya habría que pedir una ayuda profesional psicológica para trabajar en profundidad la cuestión e ir a la raíz infantil del tema porque ya aburrirse sería un síntoma de algo que no anda bien en uno mismo y hablaría de un malestar interno importante.

                           "Aburrirse es besar a la muerte".
                             Ramón Gómez de la Serna
                                
                       A veces hay quienes se desilusionan, porque ponen demasiadas expectativas en algo y cuando ven caer ese ideal se desalientan, por eso hay que empezar sin tanto nivel de exigencia o ansiedad y dar tiempo a las cosas para que tomen su curso y definan.

                       Ahora, solemos decir que lo opuesto al aburrimiento es la "diversión". Esta palabra se define en amenizar, entretener, distraer, regocijar, esparcir y proporcionar cualquier medio de diversión o de esparcimiento. Este termino en su etimología procede del latín "divertĕre", compuesto del prefijo intensivo «di» y «vertĕre» que significa volver.  Lo diverso sería lo que genera curiosidad y despierta interés y deseo.
           
                          
                             "Divertido" no es lo contrario de "serio". "Divertido" es lo contrario de "aburrido", y de nada más".
                                       Gilbert Keith Chesterton

                   La "monotonía" es la uniformidad o falta de variedad o de matices en cualquier cosa. La palabra, como tal, proviene del griego μονοτονία (monotonía) y se compone con las raíces μόνος (mónos), que significa ‘único’ y τόνος (tónos), que traduce ‘tono’ o ‘ritmo’. De allí que como monotonía también se denomine la uniformidad o igualdad de tono en quien habla, canta o hace música.

                      “La incondicionalidad nunca es muy larga si se tiñe de monotonía.”
                          Javier Marías 

            La monotonía, en este sentido, se puede apreciar en distintas facetas de la vida cotidiana, como las relaciones de pareja o en el trabajo. Sus consecuencias psicológicas pueden ser la insatisfacción, la depresión, el aburrimiento, el bajo rendimiento, y, en última instancia, la sensación de infelicidad.
                Por otro lado, sinónimos de monotonía pueden ser invariabilidad, uniformidad, aburrimiento o tedio.                                                            

                   "Cuando uno se halla habituado a una dulce monotonía, ya nunca, ni por una sola vez, apetece ningún género de distracciones, con el fin de no llegar a descubrir que se aburre todos los días".
                                         Germaine de Staël   

          Monotonía

Un monótono día sigue a otra
idéntica monotonía. Las mismas cosas
ocurrirán, volverán a ocurrir–
los mismos momentos nos encontrarán y nos dejarán.

Un mes pasa y da paso a otro mes.
Es fácil adivinar los eventos que vienen;
son los tediosos eventos de ayer.
Y el mañana termina por no parecer un mañana.

Constantin Cavafis

                                   La "rutina"  se define como la costumbre de hacer las cosas por mera práctica y sin razonarlas. Origen etimológico de la palabra: proviene del francés routine de route (que significa "ruta").

     "No son los males violentos los que nos marcan, sino los males sordos, los insistentes, los tolerables, aquellos qué forman parte de nuestra rutina y nos minan meticulosamente como el tiempo".                                                                 Emil Cioran                    
                                  

“No acepten lo habitual como cosa natural.”

                                         Bertolt Brecht
                          
                      "Ocio" es el tiempo de una persona para descansar y aprovecharlo en actividades que no sean meramente laborales, es un tiempo para realizar todo aquello que al individuo le guste y le divierta. La palabra ocio es de origen latín “otium” que significa “reposo”.
                 El ocio se representa en las vacaciones o al finalizar el trabajo, los estudios, en este tiempo se puede realizar actividades como: deporte, paseos, actividades que el ser humano tenga vocación, por ejemplo: tocar un instrumento, pintar, entre otros. El ocio es un tiempo de recreación, indispensable para obtener un mejor rendimiento en el trabajo o los estudios ya que nos permite recargar las energías empleadas en las obligaciones diarias.
                                
                                
                                 Como tal, el ocio son todas aquellas actividades que el individuo realiza voluntariamente para liberarse de sus obligaciones familiares, profesionales (trabajo o estudio) y sociales con el fin de relajarse y descansar, ya que es esencial el descanso mental para la salud y el bienestar del hombre.
                      
                                         "Súbitamente sintió el deseo imperioso de escribir. Cierto es que, como suele decirse, Eros ama el ocio, y que sólo para el ocio ha nacido. Pero en ese momento de la crisis, su excitación le impulsaba a tranquilizar por medio de la palabra el torbellino de sus pensamientos".                                                                                                                      Thomas Mann
                                                 
           El término ocioso es un adjetivo que se utiliza para indicar a la persona que estar sin hacer nada o sin trabajo, es decir, excepto de alguna obligación. El ocio es conocido como un estado de inercia física o intelectual esencial para la persona que trabaja o estudia.
                                        
                                      
                           Los sinónimos de ocio son: recreo, diversión, fiesta, entretenimiento, etc. En cambio, los antónimos son: actividad, diligencia, acción, laboriosidad.
                        Existe una diferencia entre el ocio y el tiempo libre ya que este último se caracteriza porque el individuo realiza actividades que no están dentro del ámbito de trabajo pero son obligatorias, como por ejemplo: los quehaceres domésticos. En cambio, el ocio el hombre realiza actividades gratificantes para él, como un deporte. El ocio creativo, desarrollado por el sociólogo italiano Domenico De Masi, estipula que el individuo debe de conciliar el trabajo con el tiempo de ocio, es decir, realizar actividades que ayude al individuo a descansar y liberar estrés producto de sus obligaciones ya que esto aumenta la creatividad, aprendizaje y por ende, la empresa para la cual trabaja, aumentará su eficiencia.


                          “Los ratos de ocio son la mejor de todas las adquisiciones.”

                            Sócrates 
                               
                      Se suele observar que el ocio implica de alguna manera, "negar el ocio", ya que al negociar se transa y se cede y pagan costos adicionales. Nadie gana nada sin perder algo. En este sentido, todo resulta una transacción, algo que es abarcativo del ser humano en todos los aspectos de su vida esenciales.
                           

MUERE LENTAMENTE

Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no escucha música,
quien no halla encanto en sí mismo.
Muere lentamente
quien destruye su amor propio;
quien no se deja ayudar.
Muere lentamente
quien se transforma en esclavo del hábito
repitiendo todos los días los mismos senderos,
quien no cambia de rutina,
no se arriesga a vestir un nuevo color
o no conversa con quien desconoce.
Muere lentamente
quien evita una pasión
y su remolino de emociones;
aquellas que rescatan el brillo de los ojos
y los corazones decaídos.
Muere lentamente
quien no cambia la vida cuando está insatisfecho con su trabajo, o su amor,
quien no arriesga lo seguro por lo incierto
para ir tras de un sueño
quien no se permite,
por lo menos una vez en la vida,
huir de los consejos sensatos...
Vive hoy!
¡Arriesga hoy!
¡Haz hoy!
No te dejes morir lentamente !
¡NO TE OLVIDES DE SER FELIZ !
Pablo Neruda
                            


Mónica Podrowski

5 comentarios:

  1. "Una generación que no soporta el aburrimiento será una generación de escaso valor".
    Bertrand Russell

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  2. "El que conoce el arte de vivir consigo mismo ignora el aburrimiento".
    Erasmo de Rotterdam

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  3. "El aburrimiento es lo que queda de los pensamientos cuando las pasiones son eliminadas de ellos".
    Alain

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  4. "El amor es la actividad del ocioso y el ocio del hombre activo".
    Edward George Earle Bulwer-Lytton





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  5. “Soy rey de mi voluntad;
    no me la ocupan negocios,
    y ser muy rico de ocios
    es suma felicidad.”
    Lope De Vega

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