Sujetos de palabra

martes, 15 de enero de 2019

Laberintos mentales

La mente es un laberinto?


                 Del latín "labyrinthus", un laberinto es un espacio creado de manera artificial, con diversas calles y encrucijadas para que la persona que se adentre en él, resulte confundida y no pueda hallar la salida correspondiente.

                 En la antigüedad, los laberintos se construían a modo de trampa para que no se pueda entrar o salir de un lugar con facilidad.
                Los laberintos se remontan a épocas muy remotas. Se han encontrado representaciones de laberintos cuadrados y rectangulares en tumbas del Antiguo Egipto, mientras que los laberintos de forma circular surgieron posteriormente.

                          En un sentido simbólico, la noción de laberinto se refiere a aquello confuso y rebuscado. Un embrollo, enredo o confusión, un caos, una maraña.

  Atrapado en un "Enredo mental"... 
"Manillares de bicicleta y pedales, cosas extrañas, que has recogido de todas partes. Una mente tan pequeña... y no queda espacio para que se pueda vivir dentro de ella! 
 Tu mente continúa hilando y tejiendo: te mantiene ocupado." 



                      No es nada casual, que todos tenemos uno en cada uno de nuestros oídos. Son los únicos laberintos naturales y sabemos que la posibilidad de oír y escuchar son fundamentales para la constitución subjetiva del ser humano.

                                     Cuando se habla de "laberinto mental", se alude al conflicto, a una pugna o choque de fuerzas.  Son cárceles imaginarias y construcciones mentales, que a menudo se han gestado durante años y se han solidificado de una manera que es muy difícil poderlas desmontar o abrir si no hay un trabajo psicológico importante.
                               Estas calles de encierro y sin aparente salida, son las propias murallas defensivas que el sujeto levanta, para no saber nada de aquello inconsciente que busca salir a la luz.

                               
        

                                         Cuando una persona está inmersa en este tipo de laberinto mental, se lo suele equiparar a los "círculos viciosos".
          Un círculo vicioso remite a una encrucijada o trampa en la que puede caer el ser humano,  cuando se encuentra en una especie de callejón sin salida. 
                       Decimos que un círculo vicioso es aquel en el cual todo conduce a un mismo punto. 
                       Se trataría de una situación que no sabemos cómo romper y donde siempre, se repite de diferente manera, la misma historia. 
               Sería como un espiral o rueda donde uno se queda estancado y se hunde cada vez más, en lugar de buscar sobreponerse y salir más fuerte o airoso. 

                 El problema por el cual los seres humanos caen en esto, tiene su raíz en un término que conocemos con el nombre de repetición y al que se añaden pautas de conducta y modelos infantiles arraigados. 

                                   

                         "A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde".
                  Séneca

                                    La repetición es un volver a pedir (Re=volver y petición=pedir) se da cuando las representaciones, los discursos, las conductas, los actos o las situaciones que vive el sujeto, vuelven sin cesar, sin que él lo sepa y sin una intención deliberada de su parte. 
                    Por eso hablamos del inconsciente. 
                             
                          Alguna vez observó la jugada desde afuera?

                 "La civilización que confunde a los relojes con el tiempo, al crecimiento con el desarrollo y a lo grandote con la grandeza, también confunde a la naturaleza con el paisaje, mientras el mundo, laberinto sin centro, se dedica a romper su propio cielo".
                                       Eduardo Galeano

                    A su vez, cuando algo lo determina de una manera, se produce un esquema ya conocido que, junto a las inseguridades, miedos y frustraciones, hacen que se estanque más aún,  en lugar de poder salir y promover un cambio. 
                   Acá aparece otro término importante que es el de "resistencia" (Oponerse al cambio). 
Es ahí cuando se producen estos círculos viciosos o laberintos sin aparente salida, que hunden más cuando lo exterior refuerza el problema. 

                   "En las aguas heladas del cálculo egoísta, eso es la sociedad, por eso el amor y la poesía son marginales. Vuelta a El laberinto de la soledad".
                                                              Octavio Paz
                                  
                     "Es un laberinto. Nada, un montón de piedras muy viejas que han estado siempre ahí, antes incluso que el molino. Mejor que ni te acerques te puedes perder."
El Laberinto del Fauno





                             Se da algo conocido como "autoboicot o autocastigo", que es justamente hacer lo contrario a lo que aparentemente se quiere, uno mismo se pone las trabas y genera efectos negativos e indeseados. 
Todo lo deseado genera temor y es ese temor el que no deja avanzar y atenta contra el objetivo a lograr. 

                              Para salir de ese círculo, hay que romper esquemas viejos y eso requiere tomar conciencia del problema, aceptar lo que hay que modificar y luego trabajar en esos puntos ciegos o negados que traban la posibilidad del cambio. 
                              En general, se requiere de ayuda profesional psicológica para elaborar la cuestión de raíz,  revisando infancia y primeros vínculos familiares. A eso se añade la necesidad de reforzar la autoestima y la seguridad personal. 


                       “Deambulamos en el laberinto de nuestras vidas y en la oscuridad de nuestras investigaciones; momentos de claridad iluminan nuestro camino como reverberaciones de relámpagos” 
Arthur Schopenhauer


                                                     Laberinto

                   
                                       No habrá nunca una puerta. Estás adentro 
y el alcázar abarca el universo 
y no tiene ni anverso ni reverso 
ni externo muro ni secreto centro.
No esperes que el rigor de tu camino 
que tercamente se bifurca en otro, 
que tercamente se bifurca en otro, 
tendrá fin. Es de hierro tu destino
como tu juez. No aguardes la embestida 
del toro que es un hombre y cuya extraña 
forma plural da horror a la maraña
de interminable piedra entretejida. 
No existe. Nada esperes. Ni siquiera 
en el negro crepúsculo la fiera.


Jorge Luis Borges




     Mónica Podrowski             


                     

4 comentarios:

  1. "Como ya deberíamos saber, la representación más exacta, más precisa, del alma humana es el laberinto. En ella todo es posible."
    José Saramago

    ResponderEliminar
  2. "Mi cabeza es un laberinto oscuro. A veces hay como relámpagos que iluminan algunos corredores. Nunca termino de saber por qué hago ciertas cosas".
    Ernesto Sábato

    ResponderEliminar
  3. "¿Qué errante laberinto, qué blancura
    ciega de resplandor será mi suerte,
    cuando me entregue el fin de esta aventura
    la curiosa experiencia de la muerte?
    Quiero beber su cristalino Olvido,
    ser para siempre; pero no haber sido".
    Jorge Luis Borges

    ResponderEliminar
  4. "Te pasas toda la vida atorado en el laberinto, pensando en cómo vas a escapar de ahí un día y qué fabuloso será; imaginar ese futuro te mantiene con vida, pero nunca te escapas. Sólo utilizas el futuro para escapar del presente".
    John Green

    ResponderEliminar